Jaime López
A medio año de funciones del actual Ayuntamiento de San Pedro Cholula, prácticamente la mayoría de las personas que tienen a su cargo una regiduría han pasado sin pena ni gloria el periodo en cuestión.
Solamente Carolina Fernández Fabre, del Partido Verde Ecologista de México, junto con Alejandro Gómez López, del PAN, han sido constantes en la comunicación de sus actividades o propuestas.
En el caso de la primera, al presidir la Comisión de Participación Ciudadana, ha llevado a la práctica la vinculación o acercamiento con los pobladores de San Pedro Cholula, quienes le han hecho peticiones en materia de luminarias, baches o trámites de documentos.
Igualmente, la política en cuestión ha promovido en sinergia con el Instituto Bienestar Animal mejorar las condiciones del centro canino de San Pedro Cholula.
Acerca de Alejandro Gómez López, este ha sido reconocido por la creación del Centro de Atención a migrantes, en el que se brinda acompañamiento jurídico y psicológico a las y los paisanos cholultecas.
Respecto a Liz Minto García, expolítica del instituto albiazul y ahora regidora de Morena, hay quienes destacan su presencia en faenas comunitarias y jornadas de miércoles ciudadanos, sin embargo, gran parte de su contenido en redes sociales se relaciona con felicitaciones para su excompañeros del Congreso de Puebla, funcionarios del instituto obradorista o servidores públicos del Ayuntamiento.
Por otro lado, la presidenta de la Comisión de Igualdad Sustantiva de Género y Diversidad ha cuestionado los estados financieros ejercidos por la Comuna de San Pedro Cholula, así como la presunta falta de transparencia registrada en los plebiscitos de las juntas auxiliares.
Lejos de los tres servidores públicos referidos, las otras nueve personas regidoras han tenido un perfil bajo, lo que significa que aproximadamente 75 por ciento del cuerpo edilicio ha sido poco productivo.
Según datos de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), cada regidor de San Pedro Cholula recibe un salario mensual bruto de 40 mil 906 pesos, pero con deducciones, baja a 33 mil 328 pesos.
Es decir, cada mes, para cubrir sus sueldos se erogan cerca de 400 mil pesos, los cuales, viendo el bajo rendimiento laboral de la mayoría, se constituye en dinero público desperdiciado.
