Jaime López
El cierre de la planta Bonafont en Santa María Zacatepec, junta auxiliar de Juan C. Bonilla, y la clausura definitiva del exrelleno sanitario intermunicipal en Cholula, son algunos de los éxitos o triunfos que han alcanzado parte de las y los pobladores que ahora participan en el cierre de la carretera federal a Atlixco.
Sin embargo, ellos prefieren no verlos como una lista de «logros», pues subrayan que lo más importante es que la gente tome conciencia acerca de sus derechos como pueblos originarios.
Relataron a este reportero que su lucha por la defensa de los recursos naturales comenzó hace seis años, en el 2019, en el marco del gobierno extraordinario de Miguel Barbosa Huerta.
Aunque la mayoría de la prensa se refiere a ellos como Cholultecas Unidos en Resistencia, lo cierto es que en su alineación también hay gente originaria de Juan C. Bonilla y otras agrupaciones sociales independientes.
Explicaron que una de sus principales cualidades es impulsar una democracia participativa y activa, en donde las decisiones se toman a través de asambleas y no como lo han impuesto los gobiernos, mediante el voto en las urnas.
«Que está muy alejado de las decisiones que se toman en un Cabildo, en un escritorio, sin ningún conocimiento territorial», expresaron.
Agregaron que otro aprendizaje importante en su lucha es que ya hay pobladores que entienden tecnicismos legales para defender sus propiedades o recursos naturales.
En cuanto al cierre en la carretera federal a Atlixco, desmintieron que estén siendo financiados por algún político de la región o que su propósito sea obtener una remuneración económica.
Igualmente, negaron que tengan actitudes violentas como recientemente lo acusó la edil de San Andrés Cholula, Guadalupe Cuautle Torres.
Es oportuno agregar que las y los comunitarios ocasionalmente reciben el acompañamiento de representantes de la 28 de Octubre o de otras organizaciones, pero afirman ser autónomos en sus decisiones.