Jaime López
La astrobióloga y primera comandante astronauta análoga de México, Mónica Ortiz Álvarez, no echó para abajo la posibilidad de que pueda haber vida en otros planetas, aunque aclaró que dicha existencia podría corresponder únicamente a seres microscópicos, no así a una civilización de grandes magnitudes como suele tratarse en la ficción.
En su paso por San Pedro Cholula, con motivo del primer foro en «Ciencia, agua y soberanía energética» organizado por la Secretaría de Gobernación, sostuvo a esta casa editorial que las teorías acerca de alienígenas y objetos voladores no identificados son un tema complejo.
«Yo creo que como científicos siempre tenemos el lema de ‘hasta no ver, no creer’, entonces, en esa parte yo no estoy afirmando, pero tampoco lo descarto, o sea, la parte que pueda haber un tipo de vida, no precisamente una civilización avanzada», explicó.
Agregó que comprobar científicamente vida extraterrestre resulta sumamente difícil por el tiempo y la distancia que existe entre los distintos planetas en el universo.
«Yo siempre he dicho que cuando un sistema interplanetario nace, otro puede estar pereciendo, entonces, muchas de las estrellas que podemos ver en el cielo, son estrellas que ya perecieron o que ya desaparecieron y su luz nos está llegando apenas. Entonces no podemos determinar a ciencia cierta si existe alguna civilización o no», acotó.
Acerca de las investigaciones que se están haciendo en Marte, mencionó que dicho planeta tuvo las características de la Tierra cuando era un ente más joven
«Es por eso que creemos que podría haber una terroformación, es decir, una posible colonización ahí», sostuvo.
En otro orden de ideas, se pronunció acerca del uso de Inteligencia Artificial en la exploración espacial, subrayando que puede ser positiva para hacer más eficientes algunas actividades.
«La Inteligencia Artificial en el sector espacial puede hacer más eficientes los sistemas, por ejemplo, los sistemas de soporte vital en una nave», declaró.
Finalmente, indicó que ella es partidaria de que la mejor manera para reducir la brecha generacional es a través del acercamiento directo con las comunidades, no enfocarse únicamente en las capitales.