¡Crece el horror en Puebla! Tres desaparecidos podrían ser clave en caso perturbador

Redacción: Esto es Cholula

Lo que comenzó como tres desapariciones aparentemente aisladas ha comenzado a tomar forma de un caso que podría revelar un trasfondo mucho más oscuro. Daniel, Gustavo y Aldo, tres jóvenes de apenas 25 años de edad, fueron reportados como desaparecidos por sus familiares en diferentes fechas durante marzo. Hoy, sus nombres circulan en redes, fichas de búsqueda y conversaciones cargadas de angustia, mientras autoridades intensifican las investigaciones.

La cronología del horror

El primero en desaparecer fue Aldo Geovanny N., visto por última vez el pasado 9 de marzo en la unidad habitacional Bosques de San Sebastián, según consta en la carpeta de investigación FGEP/CDI/FEIDDFPDCPDESAPARECIDOS.B-1/000430/2025. Sus familiares denunciaron su ausencia tras no recibir noticias de él durante más de 24 horas.

Días después, el 11 de marzo, fue reportada la desaparición de Marcial Daniel N., en la zona de Misiones de San Francisco, en el municipio de Santa María Coronango. Su paradero se volvió un misterio desde aquella tarde, y desde entonces, no se ha tenido ningún indicio claro que permita ubicarlo.

La tensión creció aún más cuando Gustavo N. desapareció el 18 de marzo, también en Misiones de San Francisco, aunque en la Sección 10 del mismo fraccionamiento. Su familia, desesperada, proporcionó detalles precisos de su vestimenta: sudadera negra, pantalón de mezclilla gris claro, rasgado de las rodillas, tenis negros talla 6 y un dije de la Santa Muerte. Ese último detalle ha despertado especulaciones entre vecinos, quienes no descartan que el caso tenga vínculos con prácticas o grupos de culto.

¿Conexión o coincidencia?

Las similitudes en las edades, fechas y zonas de desaparición hacen que la ciudadanía y las autoridades empiecen a hablar de una posible conexión entre los casos. Aunque aún no se han revelado detalles oficiales sobre una línea de investigación conjunta, fuentes extraoficiales señalan que los tres jóvenes podrían haber tenido vínculos previos entre sí o con una misma red.

Por ahora, la Fiscalía General del Estado de Puebla continúa con los trabajos de investigación y análisis de cámaras de videovigilancia en las zonas mencionadas. Las familias, entre la esperanza y el dolor, piden a la ciudadanía empatía con los hechos ocurridos a sus familiares.